martes, 18 de mayo de 2010

Entre Pemones y Waraos



En el video, Entre Pemones y Waraos, versión original para voces iguales. En la página sobre arreglos puede escucharse la versión para coro mixto, estrenada por el Coro Mundial de Jóvenes World Youth Choir de la edición 2009 que tuve el privilegio de dirigir junto con el extraordinario director Johan Duijck.

Hace pocos meses recibí un mensaje de correo electrónico de Federico, uno de los participantes, de Argentina, quien me hizo llegar una interpretación muy especial de Entre Pemones y Waraos, (versión coro mixto), del Coro del Colegio Nacional Almirante Brown. Dirige el maestro Ricardo Barrera.

El Canal de TV Encuentro, canal cultural público de Argentina, narra una historia en la que hace notar lo que puede significar la práctica coral en el entorno escolar para quienes de ella participan directa e indirectamente, tomando como ejes la vida de un integrante del Coro del Colegio Nacional Almirante Brown de Adrogué, Provincia de Buenos Aires y el proceso de montaje de una obra hasta su presentación en concierto. Gracias a los coralistas y a su Director por ese trabajo tan creativo y tan bien hecho y a Federico Neimark por ser promotor y partícipe directo de esa iniciativa.


Puede verse la historia completa en los videos que anteceden al que comparto con ustedes:



domingo, 9 de mayo de 2010

Algunos Tips (metodología de ensayo)

Es este un tema donde tanto hay que decir, y a la vez, es este un medio donde la información requiere ser tan inmediata, que comenzaré por dar algunos "tips" que puedan ser de utilidad para los directores.
Prepare siempre lo que va a trabajar en el ensayo. No se aparezca frente al coro sin saber qué quiere, sin tener una idea del sonido que busca, sin conocer lo que debe escuchar. En cuanto el grupo note que el director no está preparado, el respeto puede perderse y costará mucho trabajo recuperarlo, si es que eso fuese posible.
Aunque esté trabajando una articulación, o la conducción de una frase, o la pronunciación correcta de un texto, no descuide la exigencia de la afinación y la correcta emisión vocal. Cantar bien y afinado debe ser un hábito y para ello hay que hacerlo notar toda vez que sea necesario.
Al trabajar determinado pasaje con una de las cuerdas o voces del coro, esté pendiente de que mientras tanto hay otros coralistas que no están cantando. Sea eficiente con su tiempo pero también con el de los demás. No dedique demasiado tiempo a un solo grupo del coro. Si el trabajo así lo ameritara, dígale a los otros que por favor brinden ese tiempo, para que ellos sepan que están siendo tomados en cuenta aunque no canten.
Dé instrucciones claras y precisas de lo que quiere. Cuando necesite repetir un trozo, no lo haga sin antes decirle al coro por qué requiere hacerlo. Ojo: explíquelo también y con más pertinencia si el coro es de niños. Lo merecen, aprenderán y estarán más pendientes la siguiente vez.
Cuando requiera mejorar la manera de cantar de algun coralista, trate de hacérselo saber de una forma positiva. Especialmente si el coro es de adultos, es un buen ejercicio pedir lo que se quiere y no decir lo que no se quiere. Recuerde que al hablarle a uno, lo está haciendo frente a todo el coro, por lo que esta persona agradecerá que no exponga sus errores sino que le diga las cosas como sí quiere que sean.
Si se diera el caso en el que hay un trozo que no sale bien y usted no lo pudo prever ni preparar posibles soluciones, márquelo y déjelo para el próximo ensayo, cuando tenga oportunidad de pensar con tiempo la mejor manera de resolverlo.
Una de las proezas más difíciles de lograr con nuestros coros, sean de niños o de adultos, es que hagan silencio una vez que dejan de cantar. Que no comenten entre sí. Es la labor educativa más ardua y lamento decir que con menos satisfacciones, pero pienso que esto se debe simplemente a que hay que enseñarlo con la misma insistencia con la que trabajamos la afinación o el comenzar juntos. Animemos a nuestros coralistas a no temerle al silencio.

¿Qué hay en una cabecita tan chiquita? Reflexiones sobre iniciación coral



La inteligencia y madurez de los niños entre 4 y 6 años es algo que muchos desconocemos. Por ello damos por sentado que al ser niños, no es necesario darles explicaciones y los limitamos a lo que nos enseñan que es 'ser niño'. Cuando juegan se divierten (no piensan), cuando cantan se distraen (no trabajan), cuando insisten en decirnos algo no les hacemos caso a la primera porque seguramente es una tontería infantil (y no se sienten respetados). En fin, no pretendo decir con esto que los adultos que los rodean son personas malas y desconsideradas. No. Pienso que esos tratos y maneras de pensar tan comunes son producto simplemente del desconocimiento y esto nos lleva a limitar a nuestros niños a lo que nos imaginamos que ellos deben poder realizar y no los estimulamos a potenciar y cultivar las destrezas y conocimientos que ellos en realidad tienen o pueden adquirir, porque pensamos que son "pequeños".
En una clase de iniciación coral, el niño trabaja distintos aspectos que brindarán beneficios para su inteligencia, madurez, carácter y manejo corporal además, claro está, de sus destrezas musicales. Aprende a usar adecuadamente su voz, concientiza el hecho mismo de la audición, es decir, escucha y piensa, piensa y escucha. Realiza ejercicios de disociación rítmica que benefician su psicomotricidad y concentración. Aprende el lenguaje musical e interpreta sus símbolos. Organiza los sonidos según su altura. Cultiva la intuición y la creatividad. Hace preguntas y comentarios pertinentes que sorprenden a medida que la actividad es más compleja. Observa y es capaz de comentar el desempeño de sus compañeros. Compara, deduce, propone. Es capaz también de sentir y comprobar su propio progreso y el del grupo, mostrando una satisfacción por el logro que lo motiva a seguir adelante. Así mismo, bien guiado, es capaz de concientizar sus errores, sean estos musicales o de actitud, convirtiéndose en una persona mejor. Para eso no hay edad, todo momento es aprovechable. Los invito a probar estas afirmaciones. Si están cerca de algún niño pequeño que participa en un grupo de iniciación coral conversen con ellos, pregunten. Se quedarán sorprendidos con sus respuestas y ellos agradecerán que los traten como personas que piensan. Eso son, sólo que con menos añitos recorridos.

sábado, 8 de mayo de 2010

Vocalizaciones

Es el nombre que usualmente se da al tiempo dedicado a hacer ejercicios vocales para "calentar la voz" al principio de cada ensayo. Me gustaría que pensáramos un poco para qué es este tiempo, qué podemos hacer en él, qué es lo que en verdad nos interesa. A ver, tenemos un coro con el cual queremos cantar canciones de distintas características y necesidades. Ese coro está formado por gente (adultos o niños), con diverso nivel de canto y sabemos que un coro debe sonar homogéneo, como una sola voz, donde no sea posible reconocer el timbre de ningún cantor porque se mezclan entre sí para formar el sonido del coro: Su huella. Es decir, nuestro trabajo como intérpretes involucra un área que implica enseñar a cantar y enseñar a escuchar. Somos unos pianistas que debemos construir el piano mientras aprendemos una sonata. Es por ello que ese tiempo previo a cantar las obras propiamente del repertorio es crucial para generar la actitud necesaria para cumplir con todos los objetivos del ensayo. "Calentar" la voz con ejercicios mecánicos que suben y bajan de semitono en semitono, duplicados por un piano que no nos permite escuchar ni les permite escucharse a ellos, sin nigún tipo de meta clara o un "para qué", definitivamente no tiene sentido, se pierde el tiempo, y el coro entra en una rutina que querrá saltarse en el próximo ensayo. Por lo tanto, las actividades que se realicen en ese tiempo dorado, para mí el más valioso del ensayo, deben ser tan planificadas como los objetivos que queremos cumplir ese día en el repertorio. Imaginemos un coro de niños. Pensemos que ese día queremos que ellos comiencen a cantar a dos voces (con esto perseguimos concentración y concientización auditiva), aumenten su tiempo de espiración (logro vocal) y estén atentos en mantener la afinación (siempre). Hay un ejercicio que logra estos tres objetivos en sí mismo. Por ejemplo, dividamos al coro en dos grupos y hagamos que todo el coro entone la nota Fa. Para ello, que respiren correctamente y una mitad cante "uno, dos, tres, cuatro, uu, uu, uu, uu" mientras la otra mitad lo hace al revés, es decir, "uu, uu, uu, uu, cinco seis, siete, ocho". Ambos grupos deben comenzar a la misma vez, mientras unos cuentan los otros dicen "u" y luego se intercambian. Decirles que lo deben hacer con una sola respiración, sin que la nota "tiemble" al final y escuchando que todos cantan la misma nota. Luego hacemos que un grupo cante eso mismo pero en la nota Do aguda, por ejemplo, mientras el otro grupo mantiene el Fa. Dependiendo del progreso del coro, en el siguiente ensayo se pueden elegir dos notas contiguas, por ejemplo fa y sol, donde los niños escucharán una disonancia, o también podemos variar el ejercicio aumentando los grupos del coro y por ende la cantidad de notas simultáneas que van cantando. También podemos con el mismo ejercicio ir aumentando la cuenta, es decir, retarlos a ver hasta qué numero pueden llegar cantando con una sola respiración.

América en la batuta de Gustavo Dudamel

No importa si se es coralista, público, músico, director o melómano, presenciar un concierto dirigido por Gustavo Dudamel deja una huella tan profunda en los ojos y en el alma que después de eso, la manera de disfrutar la música ya no será la misma.

El programa musical de la gala del primer festival “América y los americanos”comenzó con The Promise of Living, de la ópera The Tender Land, bellísima obra de Copland en la que se construye una curva perfecta a medida que se involucran más instrumentos de la orquesta. Copland realiza aquí una introspectiva versión orquestal de Zion's Walls, himno popular de su tierra. Se luce nuestro director en el manejo y control de la tensión, sin romper la línea del discurso musical y resaltando la belleza y sublime emoción de esta obra.

Como segunda interpretación las Danzas del Ballet Estancia, de Alberto Ginastera, famosa obra conocida especialmente por el público venezolano que ha seguido el desarrollo de nuestro movimiento orquestal. Estas cuatro danzas, que parecieran compuestas para hacer lucir a la orquesta, son un manjar exquisito, aún más bajo la batuta de Dudamel. No es posible resistirse a la seducción de los ritmos, a la fuerza del malambo argentino. Tampoco se puede reprimir la sonrisa en nuestros rostros por la alegría contagiosa de esta música bien hecha, mientras lo vemos a él, mandando y bailando, dirigiendo y permitiendo el fluir de la orquesta, canalizando el discurrir por el cauce natural y luego, el final, que ya viene acompañado de aplausos que no alcanzan a ser contenidos hasta el último compás.

Para cerrar, la Cantata Criolla, del venezolano Antonio Estévez, acompañada por recursos extramusicales (imágenes, subtítulos con los versos traducidos y textos entrelazando distintas voces de la literatura americana, leídos por tres famosos actores) que colaboran en la comprensión del argumento poético. Dudamel de nuevo, con su ímpetu, pasión y la fuerza que sabe emplear a través de sus gestos y precisos movimientos, logra que la audiencia sienta el calor y la alegría de los llanos venezolanos, ayudando a la orquesta a adentrarse en uno de los ritmos más complicados que existen, especialmente para un foráneo: el joropo. Vemos aquí a un director distinto. Su papel ahora es acompañar a los excelentes solistas, tenor y barítono, en quienes reside el protagonismo musical. Dudamel ejerce esta función con el perfil justo, comandando a la orquesta y permitiendo que el interés se centre en Florentino y el Diablo, para luego de la porfía, volver a iluminar el podium con su energía mientras anima al coro y a la orquesta a lograr un final de gran sonoridad para un brillante cierre de un concierto que fue un viaje por tierras norteamericanas, argentinas y venezolanas, donde no hubo fronteras, donde el idioma fue el mismo y las tres obras parecían pertenecer a una suite llamada América.

Créditos:

Director Musical: Gustavo Dudamel

Producción: Eloísa Maturén

Dirección: Alberto Arvelo

Tenor: Aquiles Machado

Barítono: Gaspar Colón Moleiro

Actríz: Helen Hunt

Actor: Edgar Ramírez

Actor: Erich Wildpret

Escritor: Guillermo Arriaga

Coros: Schola Cantorum de Venezuela, Directoras: María Guinand y Ana María Raga

Los Angeles Master Chorale, Director: Grant Gershon

viernes, 7 de mayo de 2010

With whom we work? Rehearsing with children and adults

Our musical instrument is formed by people, adults or children. If we conduct a children's choir we should know what they are able to do, how do they think, what do they expect. I believe that children love challenge. They like to be challenged and prove that they can do better than they did before. Challenge is the best motivation. When rehearsing a song, make three of them sing in front of the others, and then ask the others how did their companions do. By doing this we are working on their artistic courage when they have to defend their work in front of the choir. We also help to develop their sense of critic when their team-mates have to speak about what they listened, and to do it properly, based on positive comments.
I also believe children deserve to be informed. This means that when we need to repeat a music fragment we should tell them why are we making them sing it again. Tell them what has to be improved. We also should tell them why do we want to sing this or that song. For example: "we will learn this because is written in another language and is good and interesting for choirs to sing in different languages", or "we will sing this song because the message is beautiful" or "....because it has a complex rythm that I am sure we can accomplish this with success"or "....it belongs to a folk theme of another country" or " ....beacuse themusical language is totally different from what we have done", etc. This practice will also help us to choose a repertoire because will make us think in the purpose of our selections.
Finally, in my writings of today, I would like to add that I believe children love to laugh. Let´s make them enjoy the rehearsal with some surprising comments that could make them happy, some improvised jokes about something that happened in the moment. Local funny comments that can make them be aware of the things that are going on in the rehearsal so they lose if they don't follow up.This is not only to make them happy but also to be attentive.Remember that the conductor should be creative and if working with children, also needs to be quick minded. So, surprise them with an unexpected comment that can help catch their attention in those moments where some would be distracted. They will trust in you a lot more if you get to understand their humor.