sábado, 13 de abril de 2013

Competencias de un director coral (apuntes de taller)


El director coral integra su quehacer en tres facetas:
1.- Como director intérprete
2.- como director constructor
3.- como director formador
Director Intérprete:
Cuando gracias a su formación en el lenguaje, teoría y análisis de la música, está en capacidad de establecer los criterios de interpretación que empleará en cada una de las obras que estudia. El intérprete actúa a solas con la partitura, estudiándola, analizándola, previendo los posibles obstáculos, planificando el trabajo, decidiendo el camino que recorrerá para revivir o recrear, las notas que yacen escritas y que son una guía gráfica de una idea sonora. Asimismo, el intérprete siempre trabaja sobre sí mismo, mejorando sus destrezas, su técnica y expresividad gestual, profundizando sus conocimientos, escuchando a otros coros y observando sus directores.
Director Constructor:
Es el que actúa cuando, como un ‘luthier’, fabrica su instrumento. Producto del estudio previo, el director conoce qué tipo de sonido requiere del coro para determinada obra y diseña cómo obtenerlo, qué ejercicios debe hacer, de qué manera puede hacer entender al coro su idea sonora, cómo lo entrena para lograrla. El constructor sabe de técnica vocal, de canto expresivo, conoce y es capaz de reproducir muchas maneras de cantar una misma línea. Si trabaja con un coro infantil el director sabe cómo funciona la voz en esas edades y es consciente  de su responsabilidad en el buen manejo vocal de sus niños.
Director Formador:
Es aquél que se interesa por el progreso individual de sus coralistas. Sabe, como líder, que si cada uno de sus cantores se supera, su instrumento, el coro, será mejor y el trabajo en el ensayo, más eficiente. Esta concepción influye en su metodología de ensayo ya que las actividades serán en función no sólo del montaje de la música sino de la mejora de su instrumento, en lo auditivo, rítmico, vocal, en la comprensión de la música, así como en la disociación, la concentración y la memoria.
FRENTE A LA PARTITURA 
Cantar cada voz decidiendo dónde serán las respiraciones, hacia qué punto va la frase, cómo será el manejo de las intensidades, qué articulaciones se emplearán, qué cualidad sonora exigirá, en qué momentos destaca una voz, etc. Una vez hecho este estudio, decide qué figura de batido usará y de qué manera su movimiento reforzará las ideas expresivas que ha tomado. Practica frente al espejo. 
Prevé los posibles retos que presenta la obra para su coro, por ejemplo, intervalos melódicos que serán abordados por primera vez, disonancias específicas, texto o pronunciación que requiera una práctica especial, y diseña los ejercicios que prepararán al coro para resolver estas situaciones. Los organiza y escribe.

 FRENTE AL CORO
Con más canto que palabras y más acción que explicación, hace notar lo que desea escuchar y cómo debe ser cantado. Aplica lo que tiene escrito en su partitura, fruto del estudio previo que hemos mencionado.
 MOVIMIENTOS
Los movimientos del coro durante el canto, deben ser practicados desde el calentamiento. Es importante ir acostumbrando a los coralistas a cantar mientras se mueven y sin perder la expresividad del canto. De allí que sea necesario anticipar esta unión con movimientos sencillos, de balanceo, palmas, etc, desde los ejercicios de vocalización. Incluir movimientos en determinadas canciones hace que sea un reto para el niño lograr ambas cosas simultáneamente y ofrece a la audiencia un espectáculo lleno de vida y energía. Los movimientos deben ser elegidos de manera tal que coincidan con la carga interpretativa del canto, es decir, que sean coherentes con la energía que se necesita para cantar y con la expresividad de la línea.
Generalmente los autores escriben a pie de página los movimientos que desean. Específicamente sé que el Maestro Alberto Grau, en sus obras, permite y desea que el director se sienta libre en la ejecución y recreación de los movimientos que él sugiere. Nosotros como directores podemos incluir movimientos en obras que no los contemplen si pensamos que al hacerlo la obra puede ganar en lo expresivo y en lo visual. No temamos ser creativos, busquemos inspiración y evitemos copiar todo. Hagamos propuestas.
 TÉCNICA GESTUAL
Todo movimiento debe generar una reacción sonora. De allí que sea tan importante saber lo que se quiere oír, cómo lograrlo y además estar atento al resultado.  El gesto debe estar en función de las decisiones tomadas en nuestro estudio como intérpretes.